viernes, 20 de junio de 2014

2º CAPITULO SILABA

Hola Caminantes!!

Aqui vengo con un segundo capitulo de -Silaba- y ya estoy escribiendo hambre de tí para subir ;D

Espero lo disfruten <3


CAPITULO DOS:
Cuando Owen defiende a Ciel frente al otro piloto del Kor, el capitán Shelby, un pervertido obsesionado con Ciel.





Apartando las ramas a manotazos Ciel pudo vislumbrar, estando como estaba, detrás de Owen, un claro donde había un nada despreciable numero de motos.

Owen se monto en la suya y pronto sintió como Ciel reaccionaba rápidamente subiéndose detrás de él y envolviendo su cintura. De nuevo el intoxicante aroma de mora que provenía del escriba lo asalto. Los ojos se le dilataron y su piel ondulo surgiendo algunas escamas. La felicidad burbujeaba en su interior y tenia unas ganas incontrolables de saltar en medio del claro con Ciel en sus brazos pero se contuvo y mantuvo el rumbo detrás de su capitán a través del viejo bosque.

Hacia tiempo que habían dejado al caminante enemigo atrás pero era mejor tomar precauciones. El caminante ilegal que él mismo capitaneaba junto a otro piloto, se destacaba como un loro en una jaula de palomas, aun si llevaba los escudos de invisibilidad. Cuando el olor a aceite y el suave ronroneo de los motores hizo presencia Owen comprendió que Shelby, el otro piloto, había visto al caminante enemigo y había despertado al Kor.

Atravesaron la capa de invisibilidad y un jadeo ahogado se oyó a sus espaldas. Owen sonrió mirando a su orgullo. El Kor era un caminante araña de considerable altura y gran capacidad, aunque estaba basado en un modelo canónico y viejo, el material con el que fue construido era unico y de la mejor calidad. Lo que mas le gustaba a Owen del Kor era su velocidad y flexibilidad ya que tenia una columna vertebral que le permitía doblarse. También adoraba sus fuertes patas que se adherían a cualquier superficie. De brillante metal gris el caminante pasaba mas o menos desapercibido en contraste con el cielo nublado.

-¿Esto es un caminante? - jadeo Ciel.
-Sí, es mi bebé.
-Pues me temo que este gran bebé va a liquidar rápidamente tus bolsillos- replico Ciel, negándose a soltar a Ciel aun cuando este disminuyo la velocidad de la moto dirigiéndose a una de las patas., las cuales funcionaban como montacargas o ascensores. Owen se rio encantado ante las palabras de Ciel. El escriba ciertamente era un estimulo.

-Ese gran bebé no consume nada pues la mayoría de su energía la consigue a través del subsuelo y el dióxido de carbono, como una planta. Y de todas formas todo sale del bolsillo de Sumka.

-¿Vamos a subir en esto?- pregunto titubeante Ciel cuando se internaron en una de las patas.

-Sí, sera mejor que bajes- le respondió el piloto – es difícil mantener el equilibrio cuando el ascensor esta en movimiento.

La velocidad con la que el escriba se bajo saco algunas risitas de sus compañeros que enmudecieron inmediatamente cuando Ciel les lanzo una mirada asesina.

El piloto se bajo mas calmadamente y agarrando la moto observo al escriba mientras este mantenía una lucha de miradas con sus tripulantes. Ciel era bastante alto y de piel morena como canela oscura, seguramente era del sur...entonces debía ser un prisionero. Aparte de esta pequeña deducción Owen no podía adivinar mas de Ciel, sus vestimentas negras y sencillas no le decían nada de su rango o función dentro del ejercito, tampoco su cabello corto liso de un curioso marrón arena y sus ojos verde amarillento no lo clasificaba como parte de la nobleza humana la cual se caracterizaba por los ojos naranja y violeta y su cabello colorido. Ciel era un joven apuesto, nada más.

Pero aun con la identidad de Ciel en las sombras, Owen no tenia mas remedio que confiar en él, y tampoco es que le costase pues su olor no tenia ningún marcador de malignidad. Sabia, gracias al marcador oloroso de la mentira, que Ciel había mentido al decir que era un aprendiz de escriba. Sin embargo alrededor de este marcador de la mentira había otro marcador, bastante fuerte, que olieron todos y era el marcador del deber. Ciel no podía divulgar su identidad por que se lo habían ordenado o era necesario para su supervivencia. Solo por eso Sumka había permitido que el escriba entrase a formar parte del Kor.

Ahora solo era cuestión de tiempo el sacarle su verdadera identidad. Owen soltó una risita pensando en los privilegios que su tripulación iban a dar a Ciel. Era cierto que todos allá eran soldados pero solo atacaban a quien consideraban su enemigo y aborrecían métodos como la tortura o la orden del terror. Eran criaturas muy orgullosas y tenían un gran concepto del respeto.

-¿De que te ríes?

La pregunta de Ciel lo saco de sus pensamientos y trago duro cuando vio la mirada asesina del escriba, entendiendo finalmente el enmudecimiento de sus subordinados. La mirada de Ciel era bromista, sí, pero...había una subyugante promesa de venganza. Owen lo sintió por sus subordinados pues Ciel era claramente del tipo “ojo por ojo y diente por diente”.

-Me estaba riendo de Sumka...de verdad. - murmuro el piloto relajándose inmediatamente cuando una media sonrisa se expandió por la cara del peliarena.

-mmm, hablando de Sumka ¿donde esta?- pregunto Ciel acercándose al piloto, a solo unos centímetros de él. Owen se sonrojo y volvió a tragar duro. Ciel no solo era avispado y original ¡sino también atrevidamente osado!. Iba a responder con un sarcasmo cuando las puertas del ascensor se abrieron y allí apareció Sumka con los brazos en la espalda.

Todos enmudecieron algo sorprendidos, todos excepto Ciel quien se aparto con un brillo de aceptación en sus ojos.

-Me estaba preguntando donde estaba.

-Fui por otro montacargas – Sumka sonrió amablemente – como sabrás, estamos en proceso de huida asi que tengo que pedirte que acompañes a Laen hasta el comedor. Iremos a por ti cuando se calme nuestro Kor.

Ciel asintió con la cabeza, entendiendo.

-Vamos Owen, no puedo conseguir una conexión con Shelby, este piloto estúpido...-murmuro refunfuñante el lider a lo cual Owen torció la boca en un gesto de asco.

-Voy, chicos, encargaros de guardar las motos en el almacén, después os quiero inmediatamente revisando las mamparas de los sistemas de ventilación de las salas de motores, comprobad que no se sobrecalientan con el gas DR.

Después de una respuesta colectiva y efusiva todos se dispersaron. Ciel llego a darle una palmada y un guiño a Owen animándolo a lo cual el piloto respondió con una sonrisa y un chasquido de dedos.

Ciel se corcoveo esquivando a la gente que pasaba a su lado y observándolos con curiosidad, viendo como rápidamente despejaban las motos, la gente se ponían unos arneses y corrían pasillo arriba y abajo sin chocarse ni una vez.

Pronto el pasillo se vació a excepción del propio Ciel y un joven, mas o menos de su edad, de cabello rojo y ojos negros que lo miro con una sonrisa ladeada, su cuerpo bien formado y el arnés que tenia puesto le quitaban dulzura a su redonda y blanca cara llena de pecas.

Parecía agradable.

Y a Ciel le encantaba molestar a las personas agradables, ademas tenia la baza perfecta para ese joven, que debía ser Laen.

-Tu debes ser Laen, gracias por encargarte de mi, aunque basándome en mi primera impresión de ti me parece raro que no te hayas quejado a tu amante. O Skans debe ser demasiado bueno en la cama o lo amas mucho.

Los ojos desorbitados y la palidez que asolo la cara de Laen no tenia precio, Ciel tuvo que medio girarse y fingir interés en unos tubos de metal de la pared para poder apretar los labios y reprimir una risa.

-¿C-como?...¿c-como lo sabes? Fuimos cuidadosos...

Ciel miro al joven quien había dado un paso y extendido los brazos con pánico, mirándolo fijamente, y le gusto. Ciel era a menudo bastante cruel con sus comentarios, el lo admitía, y prácticamente la reacción a dichos comentarios marcaban para siempre la relación que Ciel tendría con otras personas. Y la reacción de Laen, nada enojado ni molesto, le decía a Ciel que no era una persona que se ofendiera fácilmente, es más podía ver que Laen, a pesar de su aspecto fuerte y confiable, era manso como un corderito.

-Lo siento, no debí soltarlo así como así- dijo después de un suspiro el escriba con un rictus de disculpa – la verdad es que para mi fue evidente, para empezar, entre que se decidió que iba a ser el “seguro” de los dragones y la huida no creo que Sumka haya tenido tiempo para pensar en mi guardián a no ser que tuviese uno siempre en mente, y en estos casos los seres racionales tendemos a pensar primero en las personas que queremos que estén a salvo y por lo general son familiares, amigos o pareja. También, he visto que estabas directamente al lado de Sumka y de forma muy cómoda, al contrario que el resto quien estaba un paso atrás y con un rostro mas bien serio, la actitud correcta ante un superior. Pero lo que ha sido obvio para mi es el largo rato que su mano estuvo en tu hombro cuando se despidió de ti, y esa mirada caliente tampoco...

-¡vale, vale! ¡lo pillo! ¡fuimos obvios!- exclamo apenado el pelirrojo con las mejillas encendidas y sacudiendo levemente los hombros de Ciel quien finalmente se rio, divertido ante las reacciones tímidas del soldado.

Laem finalmente gimió y despeinándose la cabellera roja miro suplicante al escriba quien esbozo una sonrisa escéptica.

-...es un secreto ¿no?- ante el asentimiento desganado de Laem el ojiverde soltó un suspiro resignado.

-No se por que pero intuyo que durante mi estancia estaré ocultando demasiados secretos...

La alegría y agradecimiento del soldado conmovieron a Ciel quien sonrió sinceramente y extendiendo una mano le dijo.

-No tengo muchos amigos pero realmente me caes bien ¿podríamos intentar ser amigos?

Laem se rio y sorprendió al escriba rechazando su mano, en su lugar le dio un abrazo.

-¡Por supuesto! ¡Seamos amigos!

Ciel sonrió divertido, al final puede que acabase ganando en ese intercambio de rehenes.

Justo entonces oyeron un gran grupo de pasos y pronto, rodeando la esquina, aparecieron un grupo de personas cargando un tubo cilíndrico de metal. Laem apoyo suavemente a Ciel contra la pared y este sintió el entresijo de los tubos en su espalda, algunos fríos, algunos calientes, provocando que su cuerpo sufriera un escalofrió. Una vez les paso el grupo Laem con gestos silenciosos le indico que le siguiera a lo cual asintió y con su bolsa al hombro siguió a su nuevo amigo pegándose de vez en cuando dejando pasar pequeños grupos de tripulantes y riéndose cuando en una ocasión pasaron un grupo enfundado en unos graciosos trajes rosa pálido y verde moco.

Finalmente estuvieron en el comedor, un lugar espacioso y con ventanas, allí Ciel estuvo bombardeando al pelirrojo con preguntas sobre la nave y sus tripulantes. Laem respondía con calma y sin exaltarse por las observaciones punzantes de su nuevo amigo.

En una animada charla estaban cuando de repente entro alguien al comedor que se suponía que estaría desierto hasta que la huida acabase y por lo que podía ver a través de las ventanas el Kor seguí moviéndose a una velocidad vertiginosa. Volvió su mirada ante el intruso, borrando cualquier expresión afable.

El recién llegado vestía ropas limpias aunque también tenia el arnés puesto, su largo pelo castaño estaba recogido en una tirante cola de caballo y sus ojos marrones miraron con curiosidad a Ciel recorriendo su cuerpo de pies a cabeza sin ningún pudor. Ciel solo arqueo una ceja y pregunto en tono de broma.

-¿Te gusta lo que ves?- Laem a su lado se movió incomodo, sabia por que. Aquel era, según las explicaciones del pelirrojo, el segundo piloto del Kor, y no estaba en el puente donde estaban Sumka y Owen. Su primera impresión del piloto alcanzo la zona de “personas desagradables”. Odiaba a las personas que desantendian sus deberes y más a aquellas que tenían un aura prepotente como aquel dragón. Simplemente desagradable.

-Demasiado, muñeca.

-Que mal que no vayas a ver mas que eso...no, que mal que ni siquiera vayas a ver este cuerpo otra vez, no quiero que mis ojos se pudran mas viéndote a mi alrededor.

La reacción del piloto no fue lo esperado, su cara se transformo en una mascara de lujuria y curiosidad. Ciel ensombreció mas su rostro y se puso firme. La cosa se estaba poniendo fea.

-Oh...me equivoque, no eres una muñequita, eres un ángel con una boca sucia...muy, muy sucia.

Ciel ya estaba preparado cuando el piloto se movió con rapidez. Laem se puso en medio pero un fuerte empujón del pelilargo lo barrio. Ciel gruño enfadado, por lo que le había contado Laem este no era un soldado sino un técnico exterior y por lo tanto no tenia entrenamiento militar. Sin embargo no movió ni un musculo hasta que la mano del piloto agarro con fuerza su ropa en el hombro. Ahí actuó rápidamente y agarrando el brazo del desgraciado lo tumbo en un movimiento. Shelby soltó un quejido cuando su espalda choco contra el suelo, la acción de Ciel lejos de enfurecerlo dibujo una sonrisa amplia en su rostro y redoblo sus esfuerzos. Mesas y sillas volaron alrededor de la pelea.

Ciel estaba concentrado en la pelea pues Shelby no era un oponente fácil y estaba empezando a cansarse. Finalmente la guardia del escriba cayo por unos momentos y Shelby le agarro con fuerza el cuello. Ciel gimió, intentando encontrar un balance para poder darle una patada en sus huevos, entonces de repente Shelby fue jalado violentamente por alguien.

Owen había llegado como una bala después de que Laen llegase acalorado y anunciando que Shelby estaba atacando al escriba. Apretó sus manos alrededor del cuello de Shelby y el piloto soltó un alarido cuando las uñas de Owen penetraron en la tierna piel del cuello. La rabia recorría sus venas y el golpeteo acelerado de la sangre de Shelby, muy notorio bajo las yemas de sus dedos, solo avivaba el desagrado dentro del él. No entendía como Sumka permitía que esa criatura viviese, era desagradable para todos y no era la primera vez que atacaba a alguien, solo que esta vez había atacado a un ser completamente indefenso...ante ese pensamiento la sorpresa paralizo su cuerpo por un momento y el segundo piloto pudo escapar de su agarre, salio de la sala tosiendo y gimiendo. Owen dio un paso pero luego negó con la cabeza y chasqueo la lengua, no iba a llegar lejos, Sumka había salido detrás de él cuando Laem los aviso. El grito de pánico que se oyó confirmo las sospechas de Owen.

Entonces se volvió hacia el escriba y lo miro. Este estaba recargado sobre una mesa con aspecto cansado, las sillas volcadas a su alrededor. Sin moverse de su sitio dijo con voz clara.

-Tú eres un soldado.

Tenia que serlo, ese nivel de lucha no era el de un amateur, Ciel había logrado mantener el ritmo a un dragón, y los dragones eran veloces y fuertes, mas que un humano al menos.

Ciel esbozo una sonrisa cansada y alzando los hombros le respondió.

-No, no lo soy.

Y estaba diciendo la verdad.

11 comentarios:

  1. OOOOOYE CAURITA!!...ESTA BUENISIMO...EMPEZASTE ESTA HISTORIA MOVIDA...MOVIDA...ME ENCANTA...PERO TENGO UNA QUEJA....ME DEJAS CON UNAS GANAS DE MAS...QUE TE LO ENCARGO..JJJO....HA SEGUIR ESPERANDO(que no se demore tanto el proximo capitulo...plis....si no...me volveré lokiña...jijij)...BESOS..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. jajaja gracias :D intentare actualizar mas seguido ahora que estoy de vacaciones ^w^

      Eliminar
  2. genial gracias por compartirnos esta historia aun no ubico muy bien los personajes y su papel pero me ha faisnado como va la cosa ^_^...besos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. gracias :) y el papel de los personajes, hummmm, puede ser, pues no se como explicarlo sin desvelar cosas pls :P cuando mas se desarrolle mas cohesionados estarán los roles. Pero por el momento no es MUY lioso ¿no? se entiende la trama general ¿no? XD

      Eliminar
  3. Hola!!!! Gracias por el capi.
    Que imaginacion chica!!!!! Felicidades,acabo d encontrar tu blog la trama de la historia me atrapo,todavia no doy con bola con los personajes,pero de que me esta gustando me esta gustando......jejeje, saludos Magu

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Magu!! : P espero que poco a poco se vaya asentando los roles y tranquila que ya no hay muchos personajes a partir de ahora XD el 1º y 2º cap son algo así como la introducción a la historia :D

      Eliminar
  4. Gracias por el nuevo capitulo estoy deseando seguir leyendo la historias

    ResponderEliminar
  5. Me encanto el Cap estuvo super. Ciel tiene habilidadess me encanta como esta la historia dejane decirte q tienes una gran imaginación. Espero con ansias el Proxy Cap y GRacias por compartirlo con todos nosotros.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias!! ese es el mejor elogio para una escritora de ficción <3 *motivación al 200%* y no te preocupes, soltare el próximo cap esta semana :3

      Eliminar
  6. Muchas gracias por el capitulo, fantástica historia y maravilloso capitulo, me ha encantado y eres una excelente escritora, saludos y estaré esperando con muchas ganas el próximo capitulo.

    ResponderEliminar